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La uva de mesa
Desde el siglo XVI y Francisco I, la uva de mesa goza de una merecida fama. Estas uvas se destinan al consumo de temporada para satisfacer el apetito y la codicia de sus degustadores. Se distinguen principalmente por su pulpa crujiente y firme y por sus pocas semillas (su fina piel blanquecina, la pruina, es una garantía de frescura). Esto permite que la fruta sea transportada por sus recolectores (que sólo cosechan a mano), manipulada por sus compradores y degustada por sus consumidores de la forma más bella sin dañar la fruta. Por lo general, una vid tarda 3 años en producir uvas en cantidades decentes, antes de eso sólo se pueden cosechar racimos que irán creciendo en número poco a poco.
Los beneficios de las uvas
Más allá de satisfacer el paladar con su aroma, sabor y gusto, la uva es un alimento con muchas propiedades beneficiosas para el consumidor. Es rica en hidratos de carbono y, una vez absorbida por el torrente sanguíneo, es una fuente de energía para el cuerpo y un combustible para el cerebro. Este alimento también tiene un alto contenido en fibra, agua y potasio, lo que permite a tu cuerpo eliminar. Además, también le aporta vitaminas B y C, vitales para su salud y bienestar, y es un maravilloso antioxidante. En términos de calorías, las uvas tienen unas 70 calorías por cada 100 gramos. También está clasificado como un alimento de bajo índice glucémico. Desde un punto de vista científico, los epidemiólogos han demostrado una relación entre el consumo de uva y la reducción del riesgo de enfermedades crónicas, incluyendo ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares, gracias a sus propiedades anti-vasculares y anti-oxidantes (luteína, zeaxantina, ...). Muchos nutrientes presentes en las bayas o en la piel de la uva, sobre todo el resveratrol, también desempeñan un papel en la longevidad de las personas.
En la cocina: pasas sultanas, mermelada de uva, pan de uva, zumo de uva
Alterne los placeres consumiendo sus uvas como algo más que una simple fruta. Utilice este maravilloso ingrediente como guarnición de sus mermeladas o jaleas, expóngalo con orgullo en una tarta o pastelería que sorprenderá a sus invitados, o séquelas como sultanas para aprovechar sus cualidades nutritivas. Piensa en hacer un magnífico zumo de uva como te proponemos en Viticabrol, o por el contrario ve más allá y produce tú mismo el aceite de semillas de uva. Tenga en cuenta que las uvas no se conservan más de unas semanas en el frigorífico, pero esto no ocurre muy a menudo debido al atractivo de estas uvas de mesa tan buenas.