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El origen de las variedades resistentes a las enfermedades
En el siglo XIX, los comerciantes y viticultores importaban todo tipo de productos de América a Europa. Algunos de estos bienes eran plantas de vid. Sin embargo, resulta que en las vides americanas había un insecto que perturbaba el cultivo de la uva: la filoxera. La filoxera es un pequeño insecto de 1,2 mm que pone huevos de los que nacen diminutos pulgones, invisibles a simple vista, que atacan las raíces de las vides: las pican, las raíces se pudren y la vid muere.
Ante esta crisis, los viticultores buscaron numerosos tratamientos para acabar con el insecto, pero con poco éxito. Los investigadores se dieron cuenta entonces de que las vides americanas eran portadoras del pulgón pero no estaban enfermas. Sus raíces están protegidas por una especie de doble corteza. De ahí surgió la idea de injertar vides europeas en vides americanas.
El origen de las uvas de mesa resistentes
Algunas de estas variedades de uva de mesa fueron creadas por viveristas franceses como François Baco, G. Seibel, G. Couderc o Bertille Seyve a finales del siglo XIX tras la crisis de la filoxera. Otras variedades más recientes proceden de países vecinos (Alemania, Suiza) que tomaron el relevo de estas hibridaciones en la segunda mitad del siglo XX y, por último, otras variedades de uva de mesa proceden de países del antiguo bloque del Este.
De hecho, estos países favorecieron las variedades de uva resistentes a las enfermedades fúngicas, probablemente porque no tenían acceso en aquella época a los productos fitosanitarios indispensables para el cultivo de las variedades llamadas tradicionales (Chasselas, Danlas, Hamburg Muscat, Cardinal, etc. ....). Bajo el impulso de sus institutos nacionales de investigación agronómica, países como Hungría, Rumanía, Serbia y Ucrania han obtenido en los últimos cincuenta años variedades de uva de mesa resistentes e interesantes que no requieren ningún tratamiento fitosanitario o muy poco (una o dos aplicaciones de azufre en polvo en los años de alta presión de oídio). Uno de los problemas que persisten es el ataque de la polilla de la uva (polilla eudemis), que puede solucionarse de forma sana u orgánica aplicando trampas de feromonas (las llamadas trampas de confusión sexual) en las viñas.
Las diferentes familias de vides resistentes
Las cepas americanas Noah, Isabelle y Concord, que aparecieron tras la crisis de la filoxera en Europa y que permitieron recomponer el paisaje vitícola gracias a su resistencia a este parásito (aunque algunas variedades fueron prohibidas posteriormente, por lo que se denominan "cepas prohibidas"). Las variedades creadas por híbridos franceses a finales del siglo XIX y principios del XX (Baco, Villard, Oberlin), son las que suelen llevar el nombre de su progenitor, es decir, Baco noir, Baco blanc, Villard blanc, Dattier de st Vallier, etc. Las variedades surgidas de los institutos de viticultura de países europeos como Alemania, Suiza, República Checa, Moldavia, Rumanía, Serbia o Hungría, son las más numerosas y no las conocemos en Francia. ¿Son mejores que sus mayores? Probablemente sí, porque son el resultado de varios cruces sucesivos y más recientes, y resulta que sus padres son nuestros híbridos, creados por criadores de híbridos franceses en el siglo XIX. Se cruzaron con variedades autóctonas de Europa central y oriental, y el resultado es una uva de mesa muy interesante sin tratamiento. Por ejemplo, ya no tienen el pronunciado sabor a fruta del bosque (o sabor a zorro) que producían Noah o Isabelle, sino que han adquirido un sabor dulce o a moscatel, según la variedad.
Variedades híbridas de vid disponibles
En el mundo existen cientos de variedades híbridas de vid gracias al trabajo de los viveristas (como se ha explicado anteriormente) y a la selección natural. Algunas de estas variedades han caído en el olvido (Varousset Noir, Seinoir Noir, Colobel, etc.) y se han perdido, sólo es posible encontrarlas en los conservatorios de los institutos del vino. Otros procedentes de otros continentes (Sweet Sapphir, Cotton Candy) apenas cruzan las fronteras y están muy poco presentes, o incluso son totalmente ilocalizables en Francia. Desde el punto de vista comercial, tampoco es posible ofrecer varios centenares de variedades, siendo la única opción vender las más llamativas, las que tenían un cierto "aura" hace cien años y cuyas características (sabor, color, olor, forma, etc.) son únicas. Sin embargo, el sitio viticabrol.fr se esforzará cada temporada en actualizar su catálogo de variedades que hemos podido reinjertar gracias a la ayuda de los aficionados que nos han permitido tomar injertos de ellos (como la Oberlin y la Glacier), o gracias a los viveristas y a los viveros de la Unión Europea, o incluso de más lejos, que nos proporcionarán variedades híbridas de calidad originarias de su zona. Así que no dude en explorar esta categoría y mezclar y combinar uvas blancas, negras, moradas, amarillas, rosas o azules a su gusto, ya sea una variedad temprana, tardía o de temporada. También tenemos algunas uvas sin semillas que satisfarán el paladar de los niños, por ejemplo.